El chef vasco Martíin Berasategui en su restaurante en San Sebastián el 3 de julio de 2008.El chef vasco con tres estrella Michelin, Martín Berasategui, ha creado una botella de vino que evita que los posos caigan a la copa con lo que se operará una "revolución total de las bodegas", dijo este jueves a la AFP.

El chef vasco Martíin Berasategui en su restaurante en San Sebastián el 3 de julio de 2008.El chef vasco con tres estrella Michelin, Martín Berasategui, ha creado una botella de vino que evita que los posos caigan a la copa con lo que se operará una "revolución total de las bodegas", dijo este jueves a la AFP.

El chef vasco con tres estrella Michelin, Martín Berasategui, ha creado una botella de vino que evita que los posos caigan a la copa con lo que se operará una "revolución total de las bodegas", dijo este jueves a la AFP.

La nueva botella ha surgido con la complicidad del cocinero Cristóbal Berzosa (restaurante Bodega Boecillo, Valladolid) y del escritor y chef Flavio Morganti (restaurante Galileo, en Orense), y otros dos socios.

El nuevo envase es de vidrio como cualquier otra botella, pero aspira a "revolucionar el mundo del vino", ya que es capaz de decantar las impurezas, de manera que los posos se mantienen en el fondo gracias a su estudiado diseño que permite un efecto de vacío.

Este efecto de vacío "salvaguarda las cualidades organolépticas de los vinos de calidad, muchos de los cuales ultimamente no son filtrados", explicó Morganti a la AFP.

La idea y diseño del ingenio fueron pensados hace cinco años por el vallisoletano Berzosa, y se puede aplicar a cualquier tipo de botella (bordelesa, borgoña, rhin, etcétera), añadió el chef italiano.

El prodigio es "resultado de un proyecto llevado a cabo con muchísima disciplina", destacó Berasategui, mientras sujeta un ejemplar de la botella que lleva por nombre "Martín Berasategui System".

El famoso cocinero vasco explicó que la botella hay que sujetarla "por la parte inferior, con un dedo en el fondo y los otros en su baja cintura", de manera que también se evita alterar la temperatura del vidrio ya que apenas existe contacto de la mano con la botella.

Morganti, por su parte, dijo que las primeras 30.000 botellas fueron fabricadas en Italia, pero que están preparados para recibir pedidos desde cualquier parte.

El escritor y cocinero italiano explicó que también ofrecerá nuevas posibilidades de almacenamiento y logística para las bodegas y los restaurantes y que los primeros ejemplares fueron hechos con un cristal especial, "pero hay capacidad para producirlas a escala", puntualizó.

Según el polifacético italiano "nunca hubo nada así de importante en el mundo del vino" y confió a AFP que en una carta, el experto gastrónomo Edouard Cointreau lo comparó con "la invención de la rueda" en su tiempo.

La nueva botella es un hecho "estético, pero con un añadido técnico muy importante que se lo da la peculiaridad del efecto vacío que condena al poso al final de la botella y separado del resto del vino", explicó Morganti.

"En el mundo del vino se está volviendo a los orígenes. Con tanta técnica, algunos vinos están perdiendo su personalidad y esta botella es una óptima ocasión para aprovechar estos cambios y para reactivar todo un mercado que no sólo es la producción de vinos, sino de etiquetas, botellas, cajas", concluyó.